Un ecosistema casi independiente
Casi todos los amigos de los animales que mantienen aves, gatos, perros y otras especies han tenido el problema de ausentarse varios días e incluso un mes de su residencia habitual. Asimismo, cuando el hogar está habitado por niños pequeños se suscita anualmente un período de vacaciones en ambientes distintos y lugares, generalmente lejanos, que perturban la convivencia con nuestros animalitos. Los peces de acuario son indudablemente los animales que menos sentirán nuestra ausencia, siempre que se les hayan proporcionado instalaciones adecuadas y automatismos electromagnéticos de fácil adquisición en cualquier comercio especializado.
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Acuarios grandes, perfectamente equilibrados respecto al número de peces, la masa de vegetales y la circulación del agua previo paso por el filtro, pueden considerarse pequeños ecosistemas abiertos únicamente respecto a la evaporación: ‘pérdidas de agua’ y la nutrición de los pececillos. Generalmente los tanques ornamentales que mantenemos en algunos rincones del hogar no son en absoluto sistemas naturales, sino conjuntos artificiosos complicados que requieren un estricto control de la composición química y biológica del medio en el que tenemos confinados a algunos ejemplares de ciertas especies. La conservación de ese delicado equilibrio inestable es mucho más sencilla según aumenta la capacidad en litros del recipiente y disminuye la población de habitantes.
Mantenimiento de las costantes físicas
La disposición de diferentes automatismos, cada día más asequibles para los aficionados, permite una relativa despreocupación de nuestro acuario, mediante la adquisición de un pequeño reloj-programador eléctrico, aparato cíclico, que puede regularse mediante pequeñas piezas incluidas en la esfera, con cuyos salientes se accionen los interruptores de marcha o parada de diversas funciones, como la rampa luminosa, el filtro o aireador, e incluso una pequeña tolva distribuidora de alimento seco que se acciona a la misma hora del día, interrumpiendo el filtrado o la aireación momentáneamente, para permitir la nutrición de los pececillos. La resistencia del termostato se conecta directamente a la red, previamente comprobado su perfecto funcionamiento. Unos días antes de ‘abandonar’ el acuario a los cuidados electrónicos debe sifonarse a fondo el líquido inmediato al fondo, retirar las plantas medio podridas y todos los restos vegetales para rellenar posteriormente con agua nueva. Durante unos pocos dias se controlarán pH, DH, concentración de nítritos y de nitratos, observando que los valores se atienen a los óptimos y, sobre todo, que no se producen variaciones sensibles que pudieran indicar alguna anomalía.
Alimentación a distancia y ayuno
Casi todas las especies dulceacuícolas de peces tropicales pueden ayunar dos o tres días sin ningún menoscabo para su salud, e incluso se ha demostrado beneficioso el ayuno de un día por semana para estimular el apetito de los pececillos.
La nutrición de especies que acepten comida seca del comercio en copos o escamas, larvas de mosquito desecadas y otros alimentos similares, se asegura con un distribuidos automático de tantos cangilones como días nos debamos ausentar, o bien durante el período máximo en que un familiar o amigo se acerque a nuestra casa y ‘reponga’ el alimento. Si esta persona es aficionada, será más que conveniente encargarle la revisión de las constantes, medición de factores químicos y ia reposición del agua evaporada.