Posaderos, perchas o saltaderos: La mayoría de aves de jaula que criamos o mantenemos en cautividad, proceden de habitats naturales, arbóreos o arbustivos y utilizan las ramas como posaderos y dormideros. Sus patas estan fisiológicamente adaptadas a rodear la rama sustentadora, e incluso durante el sueño un tendón especial mantiene los dedos ceñidos al soporte de forma mecánica sin esfuerzo muscular suplementario. En cautividad, ha de prestarse atención primordial a la cantidad, calidad y disposición de las perchas o soportes incluso para aves que pasan la mayor parte de su vida en la tierra, como codornices, gallinas o faisanes. En las pajareras mixtas deben disponerse arbustos secos de madera lisa de forma que no existan ramas directamente colocadas por encima de otras, pues las aves posadas en las partes más altas podrían ensuciar con sus excrementos a las situadas en las ramas bajas. De igual forma en el jaulón o jaula de cría, se situarán las perchas estratégicamente en planos verticales diferentes que permiten fácilmente el vuelo de los pajarillos.
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Materiales de los soportes: Tradicionalmente se ha venido utilizando la madera lisa y dura que pueda limpiarse con facilidad y permita su inmersión en agua hirviendo y en agua de lejía. Ultimamente, los listones cilíndricos de madera se han sustituido por materiales plásticos huecos o macizos. Personalmente desaconsejo los saltadores huecos de plástico y mucho más los de caña, que ofrecen innumerables refugios a los eventuales parásitos de las aves. La forma de fijación de los soportes varía según el tipo de jaula o pajarera en que deban situarse. Desde la típica muesca vertical apta para la sujección entre los clásicos barrotes, hasta la mordaza de tornillo debe primar la sencillez y la facilidad para desmontar, limpiar e instalar, más que la belleza estética, siempre discutible. Los columpios y otros mecanismos no son demasiado indicados en la mayoría de los casos.
Además del material del saltador, es muy importante el grosor o diámetro del mismo, para que se adapte a los óptimos de cada una de las especies cautivas.
En las jaulas amplias, el dispositivo llamado de ‘triple apoyo’ es uno de los mejores, consiste en disponer tres posaderos principales situados en ángulos isósceles con el vértice del que parten los lados iguales en la parte central inferior y los otros dos en las partes altas derecha e izquierda del jaulón, de forma que las aves puedan situarse cómodamente sin tropezar con el techo. Los comederos, situados en la parte baja, tendrán posadero propio, que puede consistir en una percha colocada transversalmente paralela y próxima a la cara vista del jaulón, más próxima al espectador.
Limpieza o renovación de perchas: En las jaulas de cría, individuales y jaulones o pajareras, deben limpiarse los soportes, al menos una vez por semana. Tras retirar las perchas, colocando unas provisionales para que los pájaros puedan posarse cómodamente, se sumergen en agua jabonosa, bien caliente, o si la dimensión es muy larga, con un estropajo empapado en asperón, se desprende la suciedad aparente y se rocían con agua hasta que parezcan totalmente limpias. Después se deben introducir en un cubo con agua de lejía al 5 por 100. Tras enjuagar bien se deja que se sequen y se montan otra vez retirando las provisionales.
En las habitaciones-pajareras que tengan algún arbusto seco, éste debe sustituirse cada dos meses, salvo en la época de cría. Por esto, es preferible colocar los dispositivos de nidificación en otros lugares.