PLANTAS DE ACUARIO
(Vallisneria spiralis)
Descripción y origen
Planta sumergida de agua dulce perteneciente a la familia de las hidrocaritáceas, que tiene hojas largas y acintadas, que nacen justo encima de las raíces. Presenta flores masculinas y femeninas separadas; las primeras, diminutas, reunidas en espigas, tienen de uno a tres estambres y están protegidas por una formación parecida a una hoja transformada. Las flores femeninas están colocadas en el extremo de un pedúnculo en forma de espiral, que se alarga hasta que los órganos femeninos alcanzan la superficie del agua donde reciben la polinización de las flores masculinas, que separadas y disgregadas sobrenadan el líquido soporte. Tras la fecundación, los espiráculos se retraen hacia el fondo, donde se produce la maduración de los frutos.
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Vive en los cursos y lagos de las regiones templadas y cálidas de todo el mundo y ha sido introducida artificialmente en los hábitat acuáticos de zonas menos benignas, pudiendo ser recolectada por ejemplo, en zonas húmedas de Ciudad Real, en el interior de la Península Ibérica.
Existen diferentes variedades de uso común en acuariofilia, la vallisneria gigante presenta hojas de hasta 50 cm de longitud o más, siendo fácil de encontrar en los comercios especializados a un precio relativamente asequible.
Instalación
Robusta, barata, repoblante y tapizante, se adapta muy bien a cualquier acuario, prefiriendo suelos arenosos-limosos de buena profundidad y ricos en materias nutritivas. Prefiere aguas neutras o ligeramente alcalinas, si bien llega a adaptarse a pH altos de hasta 8,5. No parece presentar exigencias especia!es respecto a dureza, aunque hayamos comprobado un excelente estado de vegetación y estolonado entre 12 y 20 DH. Admite una salinización moderada del agua. La temperatura idónea oscila entre 22 y 24 C, admitiendo variaciones de 18 a 28 grados C. Agradece iluminación abundante, preferiblemente de rampa luminosa, que suministre la totalidad del espectro. Las variedades enanas son insustituibles para tapizar primeros planos en macizos de cuatro a seis plantones por cada golpe, y con una separación minima entre cada grupo. Las variedades normales y gigantes son aptas para ante-taludes y rincones anteriores o fondos, respectivamente.
Reproducción
En acuario se reproduce sin intervención por estolones que van ahijando diminutas plantitas, cuyo enraizamiento suele producirse de forma natural. En recipientes adecuados se llega a formar una auténtica trama subterránea, que origina nuevas vallisnerías. Si se desean transplantar a otros acuarios se cortarán los estolones (especie de ramillos que unen las plántulas) con unas tijeras muy afiladas, desenraizando cuidadosamente los pies que deseemos trasladar. En el terreno destinado se abre un hueco en la tierra que tenga una profundidad ligeramente mayor que la longitud de las raíces, y sujetando la plantita verticalmente se aporcará la arena hasta cubrir la base de las hojas, para
que quede agarrada al fondo. Después, y esto es muy importante, ha de tirarse suavemente del extremo de las hojas hacia arriba, hasta descubrir el cuello de la planta, de forma que las raíces más superiores queden al nivel del suelo. Si no se pudrirán las hojas desde su base, originando la muerte del vegetal.
Cuidados especiales
No necesita ninguna atención particular, salvo las exigencias referidas a la abundante luminosidad, antes señaladas.