(Canis familiaris)
Familia: Cánidos.
Orden: Carnívoros.
Clase: Mamíferos
Descripción y origen: De tamaño medio-grande, los machos han de tener una altura hasta la cruz comprendida entre 58 y 62 cm, que se reduce hasta 54 ó 58 cm para las hembras. La cabeza, grande, cuadrangular, tiene cráneo ligeramente abovedado de igual longitud que el hocico de forma troncocónica, afinado hacia la trufa grande, de color negro. El stop se marca perfectamente y las mandíbulas, fuertes, acogen una dentadura sana y potente, aunque no exageradamente desarrollada. Los ojos, grandes, oscuros, se hallan prácticamente tapados por el espeso pelaje de las cejas y de la frente.
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Las orejas, de inserción alta, son de forma triangular, colgantes y peludas. El cuello, fuerte, relativamente corto, precede al cuerpo de tronco largo como la alzada, con tórax amplio de buena profundidad, riñones apretados y vientre recogido. La espalda, recta y ancha, termina en grupa inclinada de la que nacen los muslos largos, bien musculados y perfectamente osificados. El par anterior tiene hombros muy compactos de buena angulación sobre los que apoyan las extremidades delanteras, bien verticales. Los pies, ovalados, tienen dedos fuertes, arqueados, abundantemente recubiertos de pelo. La cola, de nacimiento más bien bajo, es larga, peluda y colgante, aunque puede levantarse cuando el ejemplar está en acción. La capa está formada por pelo largo, duro, que puede hacerse más suave en ciertas partes del cuerpo y que se presenta en colores grises uniformes o manchados e incluso en tono negro opaco.
De antiguos orígenes, esta raza italiana presenta ciertas afinidades con otros perros de pastor de pelo largo, aunque se ha seleccionado naturalmente en las áreas alpinas casi inaccesibles.
Longevidad: Doce-trece años, aunque los ejemplares ‘de trabajo’ no suelen sobrepasar los ocho o nueve.
Alojamiento: De una rusticidad asombrosa se adapta a los ambientes más dispares e incluso inhóspitos, viviendo perfectamente a la intemperie con una pequeña caseta acorde a su tamaño, así como en un cobertizo próximo al patio o al jardin de la vivienda unifamiliar o mansión rural. Por el contrario no soportan el confinamiento en un espacio reducido de un apartamento de la gran ciudad.
Alimentación: Han de recibir una dieta calórica proporcional al trabajo realizado, cifrada en las 2.100 kcal comoración de mantenimiento.
Carácter y comportamiento: Duros, resistentes, muy activos en pleno campo, en donde caminan o corretean sin parar, se muestran infatigables en el pastoreo por entornos dificiles y escarpados. Bastante independientes, pero extraordinariamente fieles y adiestrables, se resienten de los malos tratos, agradeciendo el cariño y la disciplina firme. Pueden ser magníficos guardianes y divertidos compañeros. paneros.
Cuidados diarios: Necesitan una eficaz protección contra los parásitos externos más comúnes, que pueden encontrar cobijo entre su denso pelaje. La especial calidad del manto, tan peculiar en los ejemplares adultos, desaconseja el cepillado. pero no así el aseo semestral, sin desenredar las guedejas de la capa.
Reproducción: Además de la clásica elección de los reproductores, ha de alejarse del trabajo a la hembra gestante cuya alimentación debe enriquecerse equilibradamente en vitaminas y sales minerales.
Enfermedades: La relativa frecuencia de aparición de espolones exigirá su amputación en los cachorros recién nacidos.