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Alteraciones Del Agua Del Acuario


Anomalías del agua del acuario

El medio ambiente respirable y el soporte físico que mantiene los pobladores subacuáticos está constituido por el agua y las sustancias que en ella están disueltas. De todos es conocido que el agua ‘del grifo’ de las ciudades no es apta, en general, para ser ocupada inmediatamente por los peces, ya que contiene gran cantidad de bactericidas clorados que suelen eliminarse tras veinticuatro o cuarenta y ocho horas de aireación.

/+/+ALTERACIONES DEL AGUA DEL ACUARIO

Muchas especies de peces y plantas requieren condiciones especiales de dureza, acidez y elementos disueltos en el agua del acuario que se consiguen utilizando agua destilada, soluciones acidificantes y otras estratagemas comunes al acuariófilo. Sin embargo, con frecuencia nos encontramos con fenómenos, en apariencia inexplicables, que perturban el equilibrio ecológico o estético de nuestras peceras.

Agua blanca, lechosa u opalina

Fenómeno frecuente en acuarios recién instalados y que suelen corregirse sólo, tras dos o tres días de funcionamiento del filtro y la iluminación, previa plantación abundante con vegetales sumergidos. Puede producirse por un exceso de oxígeno, aire, del agua vertida o por el ‘removido’ del fondo arenoso cuando se ha efectuado el llenado sin colocar en el fondo un ‘papel de aluminio’, protector que se retira al colmarse el recipiente. A veces esta opalescencia o ‘lechosidad’ permanece más de dos o tres días debiendo entonces comprobar la insolubilidad de la arena, las rocas y otros elementos decorativos y procediendo a retirar los objetos ‘sospechosos’. La adición, previo ‘sangrado’ de una
tercera parte del volumen de agua procedente de un acuario ‘viejo’ ya implantado, suele corregir esta anomalía y como solución alternativa podemos disolver 0,5 gr de sal gorda por cada litro de líquido en la seguridad que a los dos o tres días se habrá subsanado la opalescencia.

Agua verde o verde azulada

Se produce en acuarios sometidos a iluminación natural o con exceso de luz artificial por la proliferación de algas microscópicas llamadas ‘algas azules’, indeseables o de ‘algas verdes’, clorofíceas, que denotan buena calidad biológica del medio, si bien afean su aspecto. Puede corregirse
mediante una ligera acidificación del medio y la adición controlada de un alguicida para acuarios a la par que se disminuye la intensidad de la iluminación.

Agua amarilla o marrón

Suele presentarse de forma gradual en acuarios ya implantados y generalmente va acompañada de una mortalidad selectiva en las plantas acuáticas a la que siguen sucesivas bajas en los peces, si no se corrige la causa.

Deberá comprobarse el pH y la dureza observando, en la mayoría de las ocasiones, una acidificación del medio causada por la acumulación de residuos orgánicos especialmente nitritos. Se corrige con un sifonado del fondo cambiando una tercera parte del agua por otra nueva y aplicando un filtro exterior de elevado rendimiento.

Agua vieja, agua oscura

No constituye un defecto y es muy apreciada para mezclar con recipientes recién instalados o para favorecer la cría de determinadas especies. Suele presentarse en acuarios grandes, de buena altura, muy bien plantados y escasamente poblados por peces, generalmente cíclidos o carácidos y tiene un pH neutro o ligeramente ácido y dureza muy escasa. Muy buscada por los aficionados, ‘el agua vieja’ no debe ser nunca desechada y es mejor almacenarla en acuarios ‘vacíos’ sometidos sólo a moderada filtración.