ALIMENTO SECO PARA PECES
Manutención de los peces de acuario
Todas las especies tropicales o ‘de agua fría’ que evolucionan en nuestros tanques provienen, directamente o como producto de la selección humana, de peces que viven libres en los cursos de agua de todas las partes del mundo. La primera fase de aclimatación consiste en copiar en cautividad las componentes fisicoquímicas del medio natural: temperatura, pH, dureza debida a sales solubles como carbonatos y sulfatos disueltas en el agua y concentraciones de los diferentes iones minerales inorgánicos. Asimismo se estudian los organismos que comparten el mismo nicho ecológico, ya sean vegetales o animales. Con posterioridad sistemática, pero simultáneamente en el tiempo, se comprueba el régimen alimenticio de los futuros cautivos intentando simplificar al máximo la dieta.
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Alimentos naturales
Vegetales diversos, infusorios, pequeños crustáceos insectos y vertebrados, inclusive, constituyen el amplio abanico trófico de casi todas las especies piscícolas mantenidas o susceptibles de serlo en cautividad. Los detritus orgánicos, animales o vegetales pueden también formar parte de la dieta en determinadas especies ‘de fondos’. Desde el comienzo de la acuariofilia, uno de los retos más importantes para todos los que gozan con la posesión de unos peces cautivos, ha sido la provisión de la comida que había que distribuir a las diferentes especies. De igual forma que en piscicultura industrial se crían y engordan las truchas con piensos compuestos, harinas de pescado y ‘expandidos proteicos’, la afición a la cría de peces de adorno ha permitido numerosas tentativas fructíferas en la simplificación dietética de alimentos de dificil conservación y provisión, casi siempre problemática. Podríamos generalizar diciendo que todas las variedades de peces de acuario se alimentan con presas vivas y algunas parcialmente con substancias vegetales, como algas verdes y plantas enteras o someramente descompuestas.
Alimentos secos y artificiales elaborados
Las dificultades, a veces insalvables, que podemos encontrar para obtener las presas vivas, indujeron a las firmas especializadas a fabricar comida desecando o liofilizando crustáceos e insectos, alimentos naturales, de forma que pudieran, en el momento oportuno, ser ofrecidos a nuestros acuáticos huéspedes.
Dafnias desecadas, tubifex liofilizado, larvas de mosquito sometidas a idénticos procesos e incluso ‘congelados’ de crustáceos, huevos y formas juveniles de insectos pueden competir, muchas veces con éxito con sus homónimos vivientes, pero la aparición de copos y escamas (comida seca) de equilibrada formulación y diverso ‘aroma’, cuya composición presenta un óptimo baremo de hidratos de carbono, grasas y proteínas, supuso el vuelco y subsiguiente ‘boom’ de las técnicas acuarófilas.
La existencia en el mercado de varias marus correspondientes a empresas diversas cuyos productos pueden conservarse cómodamente durante largo tiempo sin requerir condiciones específicas de mantenimiento, así como la calidad alimenticia de los preparados ha popularizado el uso de escamas que pueden reducirse a polvo para nutrir a especies pequeñas o alevines y que también son fáciles de adaptar a distribuidores automáticos de alimento que dejan caer, una o dos veces diarias, la cantidad deseada previamente almacenada en una tolva que es accionada por un programador eléctrico.