El género dracaena
Junto con otro próximo Cordyline, con el que a menudo se confunde, comprende más de sesenta especies confinadas en las áreas cálidas tropicales o subtropicales de Africa y Asia, que han sido cultivadas en muchos casos como plantas ornamentales obteniéndose numerosas formas y variedades procedentes de las estirpes salvajes.
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Pertenecientes al orden Liliiflorae y a la familia de las Liliaceae se diferencian notablemente del resto, ya que suelen comprender plantas arbóreas o arbustivas con tallos alargados en los que disponen las hojas laciniadas, muy alargadas y relativamente estrechas en auténticos penachos que pueden ser terminales dejando desnudo parte del tallo.
Su resistencia y belleza causó la reproducción con fines ornamentales de estos géneros entre los que merece citarse el drago canario y la ‘caña de Brasil’ cuyos tallos lignificados brotan casi sorprendentemente al ser introducidos en agua durante algunas semanas.
Plantas de acuaterrario
A pesar de que Dracaena y Cordyline se están comercializando frecuentemente como plantas sumergidas para acuario, no soportan la inmersión total y prolongada, estando condenadas a una muerte segura. Aunque su resistencia parece capaz de mantenerlas invariables en nuestros recipientes, podremos observar como van pudriéndose las hojas más cercanas a la base y posteriormente el resto de la superficie foliar. Su empleo en acuaricultura sólo debe ceñirse a grandes recipientes con zonas emergidas en donde pueden ser ubicadas, o como inductoras de reproducción para especies de peces muy concretas que las usen de ‘soporte de la puesta’.
Sin embargo, su concurso en el terrario o acuaterrario, además de ser perfectamente válido, permite la formación de paisajes ‘tropicales’ que pueden conservar un microclima específico de elevada humedad relativa y cálida temperatura.
Condiciones de mantenimiento
Requieren suelos ricos en humus y materia orgánica, generalmente ácidos que pueden conseguirse mezclando a partes iguales arena, tierra de bosque, mantillo ‘pasado’ y turba rubia exenta de sales. Plantadas en tiestos pueden después introducirse en rincones y partes posteriores del terrario. La humedad relativa podrá variar entre 60-85 por 100, pero necesitan buena iluminación
durante catorce-dieciséis horas diarias, a base de luz total día y gro-lux, que puede completarse con algo de sol directo tamizado por una leve cortina.
Los riegos deben ser escasos y frecuentemente cada cuatro o cinco días como máximo, pero incluso pueden dilatarse diez o doce días. Si forman parte de terrarios de ofidios es preferible montar un sistema de riego automático con una mecha especial.
La temperatura de mantenimiento óptima suele situarse entre 24-27 C aunque soporten variaciones de 15 a 32ºC.
Reproducción
Se recurre casi siempre a la separación de esquejes, troceado de tallos en el caso de la ‘caña de Brasil’ o separación de ‘hijuelos’
que brotan espontáneamente de la planta madre. La reproducción vegetativa no presenta problemas en la multiplicación de estas
preciosas plantas ornamentales que decoran salones de interior y vivarios de ambiente tropical, pero que no deben usarse más que
excepcionalmente en los acuarios, sabiendo que en un plazo más o menos breve, se destruirán completamente.