Nombre: Vanessa indica vulcania
Familia: Ninfálidos.
Orden: Lepidópteros.
Clase: Insectos
Descripción y origen
El adulto de estos insectos lepidópteros es una preciosa y clásica mariposa diurna, con una envergadura alar media de 5 a 5,5 cm, cuyo cuerpo, claramente separado en cabeza, tórax y abdomen, es de color pardo muy oscuro e incluso negro sucio. La cabeza, pequeña, presenta palpos bucales desarrollados, ojos esféricos y antenas filiformes, terminadas en pequeños engrosamientos levemente mazudos.
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El tórax, alargado y algo abombado dorsalmente, es piloso y soporta en su cara inferior los tres pares de patas, de los que el primero es atrofiado y rudimentario, clásica estructura de los ninfálidos. A ambos costados se insertan los dos pares de alas de perfil externo dentado, que tienen colores muy vistosos.
Las anteriores en su cara superior son de color pardo oscuro en la zona más próxima a su unión con el tórax, que está bordeada por una mancha irregular en forma de ‘m’, de color rojo vivo, sobre fondo negro, que continúa hasta el extremo alar, en el que se salpican varias manchas blancas pequeñas, alargadas, o alunaradas. En su cara inferior, la visible, cuando el insecto reposa con las alas verticales se observa la franja púrpura en fondo oscuro, aunque el extremo sea pardo acastañado, también salpicado de blanco. El par posterior por su área interna es de color castaño oscuro, con una cenefa marginal de color rojo, adornada con triángulos negros diminutos y una mancha violácea inferior.
La otra cara es pardo amarillenta, con lineas y dibujos abigarrados y el extremo marginal suavemente teñido de lila, con un fino zig-zag negro. El abdomen, alargado, de sección ovalada, se afina
progresivamente hasta el extremo. No existe dimorfismo aparente, siendo machos y hembras prácticamente iguales.
Las crisálidas desnudas quedan suspendidas de ramas horizontales o de hojas de sus plantas hospedantes por un filamento sedoso, unido al cremaster o parte distal de los últimos segmentos abdominales. De color verdoso vítreo y reflejos metálicos, que se oscurecen a medida que se aproxima la eclosión
Las larvas, que a lo largo de su vida cruciforme atraviesan por varias mudas o ‘cambio de la envoltura externa’, son alargadas, con una ‘cabeza’ o cápsula cefálica dotada de poderosas mandíbulas, de color pardo oscuro o negro brillante. La oruga, de color verde oscuro y negro, con manchas oliváceas o amarillentas casi imperceptibles, está guarnecida de gran cantidad de púas verticiladas, que les dan un aspecto peligroso y urticante. Los huevos, pequenos, de forma geométrica, son de color variable, según la edad y suelen disponerse en grupos bastante numerosos sobre las plantas, que servirán de alimento a las recién nacidas larvitas.
Viven en las zonas arbustivas y jardines de la isla de Tenerife, en el archipiélago canario, extendiéndose el hábitat de Vanessa en Canarias, Azores, India, China y sudeste asiático.
Cría y condiciones de mantenimiento
Cerrar el ciclo de este lepidóptero es difícil en lugares diferentes de su área de distribución. En insectarios de gran volumen, plantados con ortigas (Urtica dioica), cesped de muro (Parietaria ibérica) y lúpulo (Humulus lupulus), que pueden ser plantas hospedantes, puede intentarse situando la ova o jóvenes orugas. La temperatura debe oscilar entre 17-24º C y la humedad relativa oscilará entre 60-75 por 100. Obtenidos los adultos debe permitirse que puedan volar por los espacios más grandes que sea posible, colocando vegetales nuevos que ofrezcan superficie de puesta atractivas para la hembra.