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Culebra de Escalera

CULEBRA DE ESCALERA
(Elaphe scalaris)

Familia: Colubridae.
Orden: Escamosos (ofidios).
Clase: Reptiles


Descripción y origen

Típica culebra de gran tamaño que puede alcanzar los 160 cm de longitud, cabeza alargada con hocico puntiagudo y prominente, con escama rostral, afinado en su parte posterior. Tienen ojos pardos con la pupila redonda característica del género. El color dominante variable del pardo claro al gris verdoso con un par de líneas longitudinales más oscuras que recorren el dorso, se aclara en el vientre hasta el blanco sucio o blanco amarillento. Los ejemplares jóvenes están ornamentados con manchas dorsales que dibujan una H, por lo que parecen ostentar una escalera. La variación de color, según la edad, es francamente llamativa en este ofidio ibérico.

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Viven libres en zonas silvestres pedregosas con vegetación arbustiva, en zonas forestales despejadas e incluso labrantíos, linderos, viñedos, etc., de toda la península ibérica, litoral mediterráneo francés y ciertas islas Baleares. Prefieren lugares de fuerte insolación, siendo sus costumbres esencialmente diurnas.

Longevidad

Se estima entre quince-dieciocho años, aunque los ejemplares récord puedan haber sobrepasado largamente los veinte años.

Alojamiento

Requiere un terrario amplio, preferiblemente de una longitud superior a los dos metros, que conste de una zona pedregosa, con agujeros y madrigueras realizados con piedras ‘soldadas’ irregularmente con cemento para evitar desplazamientos que pudieran lesionar al animal, y de otra parte ‘despejada’ arenosa y con bandejas de césped. Prefiere temperaturas entre 18-30 C y precisa reposo invernal. No es exigente respecto a la humedad ambiente, pero necesita sol directo o radiaciones de lámpara ultravioleta de tres a diez minutos diarios. Debe disponer de una bandeja en declive con agua. Puede decorarse el terrario con vegetales diversos adaptados a climas secos.

Alimentación

Saltamontes, orugas, ranitas y pajarillos son adecuados para los jóvenes. Los ejemplares adultos pueden ser nutridos con ratones, pequeños, cobayos o pollitos de gallina. Todas las presas deben ser vivas.

Carácter y comportamiento

Rápida y huidiza, se muestra agresiva cuando es capturada, intentando causar mordiscos dolorosos, por lo que debe manejarse con precaución, ya que no parecen habituarse a las manipulaciones del cuidador. Pueden agredirse entre ellas, por lo que ha de observarse
la armonía de los habitantes del terrario. No es conveniente mezclarla con otros reptiles.

Cuidados diarios

Vigilancia de las constantes climáticas que requiere el terrario.

Reproducción

En primavera pueden producirse los apareamientos, que son complicados y laboriosos. Es preferible dejar aislada a la hembra tras la unión, que depositará entre 5-10 huevos, que eclosionan después de una incubación variable, más bien larga entre dos o tres meses, a 27-28 C de temperatura y 85 por 100 de Hr. Los jóvenes son muy ágiles y veloces, debiendo ser alimentados con insectos y, posteriormente, con crías de ratón.

Enfermedades

Aquejada por las típicas parasitosis que afectan a los ofidios, puede también sufrir por una mala regulación de la temperatura invernal que provoca mudas anómalas e incluso la muerte de los animales. La ausencia de reposo correspondiente a la estación fría repercute en alteraciones metabólicas que originan un proceso acelerado de envejecimiento y desgaste conducente al declive rápido e irreversible de los ejemplares.