Tipos de alimentos
Casi todos los pequeños animalitos, considerados mascotas, que pertenecen a la gran familia de los roedores, tienen unas exigencias nutricionales que dependen del peso vivo del animal, de su metabolismo y,lógicamente, de la etapa de desarrollo o crecimiento en la que se encuentren. El abastecimiento, transformación y asimilación de las sustancias nutritivas que contienen los diferentes alimentos mediante los procesos metabólicos individuales, constituyen el proceso de nutrición que se efectúa por el consumo de las diferentes dietas o raciones que los animales pueden procurarse por sí o que nosotros les facilitamos cuando son mantenidos en cautividad.
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Ratas, hamsters, cobayos, ardillas, lirones y gerbillos, disponen como animales de compañía, de comidas especiales envasadas y preparadas por diferentes firmas comerciales que, aseguran una alimentación suficiente para procurar una nutrición correcta en la gran mayoría de los casos. Sin embargo, muchos aficionados prefieren preparar sus propias mezclas e incluso comparan diferentes dietas respecto al número de calorias obtenidas en cada caso, contrastando si existen diferencias significativas respecto a longevidad, fecundidad y otros diversos parámetros.
Dos fórmulas principales se manejan en la alimentación de roedores: dieta seca y dieta verde. La primera se basa exclusivamente en la administración de semillas, granos, frutos secos y pienso compuesto en cilindros, gránulos, galletas, etc., y, lógicamente, debe complementarse con agua limpia, situada en bebederos especiales de tipo ‘mamadera’. Un cobayo, por ejemplo, necesita entre 12 y 15 c.c. de agua y unos 30 ó 35 gr de alimento completo.
La dieta seca, debe contener vitaminas y sales minerales en cantidad suficiente y equilibrada, constando, por ejemplo, de vitaminas A-D-E y B 2 y de sales cálcicas, fosfóricas, cloruro de sodio, sulfatos de hierro, magnesio, cobre, etc., además de un soporte mayoritario de hidratos de carbono suministrados por harinas de cereales, una fracción grasa aportada por semillas oleaginosas y una componente proteínica basada en harinas de carne o pescado.
Las comidas preparadas especiales tienen semillas diversas y piensos expandidos, granulados o concentrados que contienen una cantidad suficiente de los principios necesarios.
La dieta con alimento verde, cuando éste es abundante y fresco, evita un consumo directo de agua que es asimilada de la elevada proporción que se encuentra en la verdura.
La aportación de ciertas vitaminas y sales minerales se efectúa de forma directa, pero dificilmente medible, al contrario de lo que ocurre con el otro tipo de alimentación.
Con este sistema, nos obligamos a mantener una limpieza escrupulosa y diaria que impida fermentaciones bacterianas y aparición de ‘florecimientos’ causados por hongos saprofitos, pero sin duda parece ofrecer una ‘calidad de vida’ para nuestros roedores muy superior al otro sistema.
Elección de la dieta alimentaria
Los dos sistemas son, a priori, tan aconsejables y recomendables como deseemos en función de los tipos de instalación o hábitat en que vivan los animalitos, de la atención respecto a higiene y manutención que podamos prestarles, de la facilidad y economía para disponer de unos u otros alimentos y, finalmente, de las preferencias que podrán modificar el tipo de dieta, reduciendo parcial o totalmente la verdura en determinadas épocas.