Diario de Xenai – 23 de junio de 2025
Hoy ha sido un día lleno de sabores deliciosos y momentos de pura felicidad. La mañana comenzó con el sol brillando a través de las ventanas, despertándome con su cálida luz. Como de costumbre, fui directo a la habitación de mis papás humanos, Sara y Manuel. Sara ya estaba despierta, y me recibió con una sonrisa y caricias detrás de las orejas. Me encanta empezar el día así, con amor y atención.
Después de un rato de mimos, bajamos a la cocina. Hoy, sin embargo, había algo especial en el aire. Un aroma irresistible llenaba la habitación, y mi cola comenzó a moverse con entusiasmo. Sara estaba preparando algo que no había probado antes, y el olor era simplemente delicioso.
"Hoy tenemos una sorpresa para ti, Xenai", dijo Manuel mientras colocaba un plato en el suelo. Era un guiso de pollo con zanahorias y un toque de hierbas, especialmente preparado para mí.
Me acerqué al plato con entusiasmo, olfateando el aire. El aroma era tan tentador que no pude esperar más. Comencé a comer, saboreando cada bocado con deleite. El pollo estaba tierno y jugoso, y las zanahorias añadían un toque dulce que me encantaba.
"¡Mira cómo disfruta, Manuel!" exclamó Sara, observándome con una sonrisa.
"Sabía que le gustaría", respondió Manuel, satisfecho de ver mi reacción.
Mientras comía, no podía evitar relamerme repetidamente. El sabor era tan bueno que quería asegurarme de no dejar ni una gota. Incluso después de terminar, seguí lamiendo el plato, disfrutando de los últimos rastros del delicioso guiso.
"Creo que alguien quiere más", dijo Sara, riendo mientras me veía relamer el plato.
Después de mi festín, me sentí completamente satisfecha y feliz. Me acerqué a Sara y Manuel, moviendo la cola para agradecerles por la deliciosa sorpresa. "Gracias, fue increíble", ladré suavemente, disfrutando de sus caricias.
Con el estómago lleno y el corazón contento, decidimos salir al jardín para disfrutar del buen tiempo. Corrí de un lado a otro, persiguiendo mi pelota y disfrutando de la libertad del aire libre. Sara y Manuel se sentaron en el porche, observándome con cariño.
Por la tarde, nos fuimos al parque. Hoy había muchos otros perros y humanos disfrutando del buen tiempo. Hice nuevos amigos y jugué a perseguirnos por todo el lugar. También vi a algunos de mis viejos amigos del vecindario, y nos divertimos mucho corriendo y saltando juntos.
De regreso a casa, me sentí un poco cansada, pero muy feliz. Sara y Manuel me dieron un buen baño, y luego me acurruqué en mi cama para una siesta. Mientras dormía, soñé con más aventuras y juegos.
La cena fue otro momento emocionante, aunque nada podía superar el delicioso guiso de la mañana. Manuel preparó una comida ligera para todos, y yo recibí un poco de pollo extra como premio por ser una buena chica.
Antes de irnos a dormir, Sara y Manuel me llevaron a dar un último paseo por el vecindario. El aire fresco de la noche y las estrellas brillando en el cielo hicieron que el día terminara de manera perfecta.
Hoy ha sido un día lleno de amor, sabores deliciosos y momentos especiales. Estoy agradecida por mi familia y por todos los momentos felices que compartimos juntos. No puedo esperar a ver qué aventuras nos traerá el día de mañana.