Tráfico de pájaros vivos
Es una de las actividades más apasionantes que exige particular atención de las empresas dedicadas a la comercialización de animales, pero que también interesa enormemente a casi todos los aficionados.
Las pérdidas que los traslados de largo recorrido pueden causar en los pajarillos de tamaño reducido llegan a ser comparables en muchas ocasiones a las sufridas por las poblaciones silvestres recién capturadas sobre todo antes de habituarse a su nueva situacion.
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No es extraño, pues, que las importaciones recientes, cuyos ejemplares son vendidos sin un período previo de aclimatación, sean motivo de crueles desilusiones entre los aficionados ávidos de incorporar a su colección esa especie que el proveedor habitual ‘acaba de recibir’.
El transporte de fringílidos y pinzones exóticos de las familias viduidos, ploceidos y estríldidos ha de atenerse a ciertas normas esenciales: en primer lugar, los ejemplares que hayan de prepararse para ser expedidos habrán sido aclimatados si proceden de partidas capturadas en la naturaleza y sometidos a tratamientos dietéticos con productos ‘antistress’. Todos los pajarillos comerán perfectamente los alimentos habituales y el examen de una muestra recogida al azar permitirá certificar el óptimo estado de salud de los animalitos.
Las jaulas para viajes son opacas, construidas en madera ligera y con una sola superficie enrejada, que corresponde a una sección biselada de una cara lateral. Esta medida permite la circulación de aire incluso en paquetes formados por varias cajas de transporte superpuestas.
El alimento se distribuye abundantemente en el fondo de la caja, si se trata de semillas, sujetando uno o dos bebederos ‘involcables’ preferentemente en los rincones aledaños a la zona enrejillada.
Si las aves son parcialmente insectívoras, se les dará alimento abundante antes de situarlas en las jaulas de embarque, calculando el tiempo máximo de viaje para evitar la mortalidad por inanición.
En cada jaula-embalaje se encerrarán pajarillos de la misma especie o de variedades compatibles, del mismo tamaño y peso, en número correcto. El hacinamiento y la mezcla de aves grandes o pesadas con otras ligeras puede producir bajas por asfixia o compresión.
Los fardos o paquetes de cajas-jaulas se situarán siempre horizontales en rincones ventilados, pero exentos de corrientes de aire, nunca a pleno sol ni en lugares fríos, de forma que la temperatura ambiente oscile entre 22 a 26ºC.
En cada una de las cajas enviadas se marcará con rotuladores indelebles el nombre científico de la especie o especies que transporta, asi como también el tipo de alimento, por complicado que este sea, que normalmente venían consumiendo en las pajareras de ‘expedición’.
La llegada
Avisados de la fecha de embarque de las aves, se esperará en aeropuertos, estaciones de ferrocarril o de autobús la venida de los pajarillos, que serán recogidos rápidamente y trasladados a pajareras de cuarentena, ligeramente caldeadas, iluminadas con infrarrojos, en las que dispondrán de alimento abundante y agua para bebida, también en gran cantidad, adicionada con algún jarabe ‘antistress’.
A los cinco o seis días puede procederse a la clasificación por especies y aislamiento de los ejemplares que no parezcan a simple vista gozar de una salud impecable.