Apareamiento e incubación de los canarios
De las aficiones al mantenimiento y reproducción de aves de adorno, quizá sea la canaricultura la más popular por su economía, sencillez y escasas exigencias de espacio. Elegidos los machos y canarias que deseamos cruzar, la época idónea para comenzar esta aventura se encuentra en los últimos días del invierno, cerca ya de la primavera, que anuncia la apertura de las flores de los árboles frutales.
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En España se juntaban tradicionalmente las parejas el día de San José, 19 de marzo, aunque muchos aficionados impacientes, auxiliados por el ambiente de las calefacciones hogareñas, tuvieran nidadas ya durante las fiestas navideñas.
El apareamiento
La elección de la fecha, nunca demasiado temprana, estará en función del estado de los pajarillos. Han de haber mudado perfectamente la pluma, al menos tres meses antes de iniciar la reproducción y también presentar un aspecto alegre y sano.
La distinción del sexo durante la época de celo es relativamente fácil y se puede verificar sujetando a los pajarillos como se indica en la figura, soplando suavemente las plumas infracoberteras caudales para dejar a la vista la porción externa del ano, que en las aves sirve de único orificio de la cloaca.
Los machos en celo, presentan en esta zona una protuberancia, muy saliente y bien característica. Las canarias listas para el acoplamiento, sin embargo, ostentan la región anal externa turgente, pero ‘aplanada’ con forma ligeramente lenticular.
La ‘boda’, si los caracteres de la futura pareja son concordantes, se produce seguidamente y con preferencia durante las primeras horas de la mañana o las últimas de luz diurna. Si la pareja, a pesar de ‘congeniar’, no se aparea en pocos días, suele recurrirse al truco de acortar la noche artificialmente y encender una luz en una habitación contigua a la que tiene el jaulón para despertar ‘suavemente’ a los pájaros y luego otra iluminación suave en la misma sala.
Este tratamiento puede hacerse a las tres de la madrugada. El macho canta y la hembra se curva en postura receptiva esperando la cópula. Conseguida o no la unión, se apaga la luz y al amanecer se vuelve a estimular el encuentro.
Incubación
Tras el apareamiento y la construcción del nido con el pelote estéril y otros materiales que se dispusieran al efecto, la hembra comienza la postura, que suele tener lugar también en las primeras horas de la mañana con una frecuencia general de un huevo cada día hasta completar los cuatro o seis de la nidada.
Es conveniente retirar cuidadosamente los huevos, sustituyéndolos por otros de piedra hasta que la puesta se haya completado. En este momento se devuelven los huevos, que conservamos en una cajita almohadillada con algodón, a su madre recogiendo los artificiales.
De esta forma, todos los pajarillos nacerán al mismo tiempo y no habrá diferencia de oportunidades al recibir la comida de sus padres. Para saber si los huevos tienen ‘pollito’, pueden observarse a ‘contraluz’, como indica la figura, después de ocho días de incubación, retirándo los ‘claros’, a veces todos los de la primera nidada, y permitiendo así un mejor desarrollo de la cría de canarios.
Los huevos embrionados presentan por semitransparencia un núcleo central oscuro o rojizo e incluso pueden detectarse algunas líneas rojizas que se corresponden a ciertas venaciones del embrión.