Mosquitos
Bajo esta amplia denominación conocemos a ciertos insectos del orden Díptera, pertenecientes, entre otras, a las familias de Ceratopogónidos, Quironómidos y Culícidos, cuyas larvas, estados juveniles, viven en aguas encharcadas.
/+/+
En casi todas las zonas habitadas del mundo existen mosquitos y en los países continentales templados, éstos se encuentran prácticamente durante todo el año en los lugares apropiados. Como insectos holometábolos a lo largo de su vida. pasarán por diferentes fases de morfología y fisiología muy peculiares. Los adultos tienen el cuerpo segmentado, en el que se distinguen cabeza, tórax y un amplio abdomen. Un par de alas funcionales se inserta en el tórax, asi como tres pares de patas bastante largas.
Suelen ser hematófagos fundamentalmente las hembras, alimentándose de la sangre de seres humanos y otros mamíferos, de forma que, sin esa nutrición, las hembras de algunas especies son incapaces de efectuar ovulaciones fértiles. Realizado el apareamiento, los mosquitos hembra, depositan sus huevos en el agua de charcas, zonas pantanosas y otros lugares ricos en materia orgánica en putrefacción. Las larvas de forma de gusano, negruzcas y pilosas, pueden desplazarse en el agua con movimientos pulsátiles hasta que, llegado el momento, se transforman en pupas móviles y subflotantes. Aunque, en los inviernos muy duros, son los adultos refugiados en viviendas los que aseguran la supervivencia de
la especie, suelen encontrarse larvas todo el año.
Recolección y utilización en acuarofilia
Gran cantidad de peces tropicales o de ‘agua fría’ son devoradores de mosquitos y casi todas las especies que mantenemos o criamos en nuestros acuarios, les conviene la administración de alimento vivo. Desde los guppys, xifos o gambusias, hasta los luchadores de Siam o los bellos cíclidos africanos, un enorme número de especies de peces encuentra una preciada fuente proteínica en estos insectos. La existencia en casi todos los ambientes de larvas de culícidos permite al aficionado recoger, en charcas, estos insectos a medio desarrollar.
Con un frasco de cierre hermético, que puede ser un bocal de conserva de frutas, lleno de agua del grifo y una red tupida, partiremos a esas manchas de agua estancada de jardines, parques o zonas aledañas a la ciudad. Tras cerciorarnos de la existencia de estos insectos, efectuaremos con la red un movimiento de recogida rápido. Las larvas y/o pupas, en su caso, son bien visibles y se depositan en el frasco que llevábamos preparado. Sólo debemos capturar la cantidad que pensemos que pueden consumir nuestros huéspedes .
Para evitar introducir enfermedades con el alimento, pueden pasarse las larvas por dos aguas que contengan un par de gotas de azul de metileno al 2 por 1.000 y otra última pasada, sobre la red, con agua corriente del grifo.
Soltando estas presas en los acuarios, poco a poco, dejaremos de suministrarlas cuando los peces muestren desgana en atraparlas.
Al contrario que otros tipos de alimento vivo, no conviene que sobren los mosquitos, pues pueden evolucionar y convertorse en molestos y ‘picadores’ adultos.
La recolección en otoño e invierno no presenta problemas, pero en verano habremos de permanecer poco tiempo en las zonas pantanosas o con aguas estancadas, ya que de otra forma sufriremos las iras de los adultos que, siguiendo su instinto, encontrarán en nuestra sangre su alimento.