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«Diario de Xenai: Un Día de Juegos y Nuevos Amigos»

Diario de Xenai – 2 de diciembre de 2024

Hoy ha sido un día lleno de sorpresas y sonidos curiosos. La mañana comenzó con el sol brillando a través de las ventanas, despertándome con su cálida luz. Como de costumbre, fui directo a la habitación de mis papás humanos, Sara y Manuel. Sara ya estaba despierta, y me recibió con una sonrisa y caricias detrás de las orejas. Me encanta empezar el día así, con amor y atención.

Después de un rato de mimos, bajamos a la cocina. Sara estaba preparando el desayuno, y yo me senté pacientemente a su lado, esperando mi turno. Hoy no había nada especial en el menú, pero el simple hecho de estar con mi familia ya hacía que todo fuera perfecto.

Después de desayunar, Manuel me sorprendió con un nuevo juguete. Era un pequeño pato de goma que hacía un sonido chirriante cada vez que lo mordía. Al principio, me emocioné mucho y comencé a jugar con él, pero pronto el sonido comenzó a desconcertarme un poco.

"¿Qué pasa, Xenai? ¿No te gusta tu nuevo juguete?" preguntó Manuel con una sonrisa.

"¡Es ruidoso!" pensé mientras lo miraba con curiosidad. Decidí que la mejor manera de lidiar con este intruso ruidoso era ladrarle. Así que me planté frente al pato de goma y comencé a ladrar con entusiasmo.

Sara se rió y dijo: "Parece que tienes un nuevo amigo, Xenai. ¡No te preocupes, no te hará daño!"

A pesar de mis ladridos, el pato seguía chirriando cada vez que lo tocaba. Decidí que lo mejor era llevarlo al jardín y ver si el aire libre lo hacía menos ruidoso. Corrí hacia afuera con el pato en la boca, y Sara me siguió, riendo.

En el jardín, el pato y yo tuvimos una especie de duelo. Yo ladraba y él chirriaba, pero al final, decidí que era un buen compañero de juegos. Comencé a lanzarlo al aire y atraparlo, disfrutando del sonido que hacía cada vez que lo mordía.

Más tarde, Manuel se unió a nosotras en el jardín. "¿Qué está pasando aquí?" preguntó, viendo el espectáculo.

"Xenai está conociendo a su nuevo amigo ruidoso", explicó Sara.

"Bueno, parece que se están llevando bien", dijo Manuel, acariciándome la cabeza.

Después de un buen rato de juego, me sentí un poco cansada, pero muy feliz. Sara y Manuel me dieron un buen baño, y luego me acurruqué en mi cama para una siesta. Mientras dormía, soñé con más aventuras y juegos.

Por la tarde, Sara y yo tuvimos un momento especial juntas. Ella estaba trabajando en su computadora, y yo me acurruqué a su lado, disfrutando de su compañía. A veces, me daba una palmadita en la cabeza o me rascaba detrás de las orejas, y yo cerraba los ojos de felicidad.

La cena fue otro momento emocionante. Manuel preparó una deliciosa comida para todos, y yo recibí un poco de pollo extra como premio por ser una buena chica. Hice otro pequeño baile de felicidad antes de devorar mi cena.

Antes de irnos a dormir, Sara y Manuel me llevaron a dar un último paseo por el vecindario. El aire fresco de la noche y las estrellas brillando en el cielo hicieron que el día terminara de manera perfecta.

Hoy ha sido un día lleno de amor, juegos y momentos especiales. Estoy agradecida por mi familia y por todos los momentos felices que compartimos juntos. No puedo esperar a ver qué aventuras nos traerá el día de mañana.