ERIZO MORUNO
(Aethechinus algirus)
Familia: Erinaceidae.
Orden: Insectívoros.
Clase: Mamíferos
Descripción y origen
Pequeño y rechoncho animalito, cuya longitud total oscila de 23 a 28 cm, con un peso medio máximo de 850 g. La cabeza, no muy grande,
tiene hocico puntiagudo, con mandíbula de rama ascendente, muy ancha, dotada de piezas dentarias notablemente dispuestas, con caninos no diferenciados. Las orejas, muy anchas, semicirculares, nacen relativamente altas. Los ojos, pequeños, oscuros ligeramente almendrados, son briliantes y se insertan algo oblicuos. El cuerpo, macizo y ancho, está recubierto por músculos cutáneos, que le permiten enrollarse en forma de bola para defenderse de sus enemigos. Las patas, cortas, están rematadas en pies con cinco dedos que apoyan en toda la planta. La cola, muy breve, es apenas visible.
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La piel está formada por un pelo suave, de color amarillo pardusco y el espectacular ‘blindaje’ de espinas o acúleos que recubre toda la
parte superior del cuerpo desde los flancos. Estas formaciones tienen color pardo grisáceo, casi blanquecino en las puntas.
Difícil distinguir del erizo común o europeo, vive en la costa mediterránea española y gran parte del continente africano, frecuentando áreas de bosques secos y matorral, que explora durante la noche en busca incesante de alimento.
Longevidad
Cuatro-cinco años, aunque se citan registros muy dispares, algunos mucho más elevados.
Alojamiento
Vivirá perfectamente en un gran patio o jardín vallado, que tenga algunos refugios subterráneos de profundidad media y rincones con
grandes rocas, recubiertas de arbustos.
Si se le confina en un jaulón éste tendrá una superficie de 2 x 2,5 m y contará con un rincón rocoso, bajo el que se hayan practicado un
par de refugios excavados en la arena.
Alimentación
Larvas y adultos de insectos, lombrices de tierra, e incluso pequeños vertebrados, que en cautividad serán sustituidos por una dieta variada, rica en proteínas, a base de presas vivas, como: insectos y lombrices, además de carne magra, finamente picada.
Carácter y comportamiento
Poco sociables es preferible aislar los adultos, incluso los de diferente sexo, excepto en las épocas de celo muy variable en función de las condiciones climáticas. Reposan durante el día en nidos de musgo, paja o virutas, hechos bajo algunas piedras, en el interior de un tronco hueco caído, para iniciar su actividad al atardecer. Si se sienten amenazados se enroscan erizando las púas.
Como mascotas se habitúan prontamente a su amo y no toman ante él la forma de acerico, pero siempre se manejarán con guantes, en evitación de los dolorosos pinchazos.
Cuidados diarios
Mantenimiento de las temperaturas suaves, suministro de alimento y limpieza de los recintos.
Reproducción
Tras el acoplamiento que puede ser rechazado, la hembra tiene un período de gestación de cinco a seis semanas, tras el que pare seis
o siete pequeñuelos, por término medio, que nacen ciegos y con las ‘espinas’ blandas. Crecen muy rápidamente y pueden emanciparse antes
del mes de vida, aunque puedan estar con la madre hasta los tres meses aproximadamente.
Enfermedades
En cautividad pueden sufrir durante los períodos fríos, ya que no efectúan hibernación verdadera, a diferencia de sus parientes los erizos comunes. También son frecuentes trastornos digestivos, imputables a dietas pobres o incorrectamente equilibradas.